DIARIO DE A BORDO: SEMANA 1 (lunes 06 a sábado 11 de mayo)

El lunes 6 de mayo hemos comenzado nuestra andadura por el proceso de creación del espectáculo “Pericles, príncipe de Tiro”, de William Shakespeare. Dirigida por Hernán Gené, es una producción de la Compañía Hernán Gené coproducida con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y el Festival Internacional de Artes Escénicas de Uruguay. Éste es el equipo:

Versión / Joaquín Hinojosa / Dirección general de producción: Georgina Rey / Dirección ejecutiva: Georgina Rey y Elena Martínez / Distribución: Elena Martínez / Reparto:  Ernesto Arias, Ana Fernández, María Isasi, Marta Larralde, Óscar de la Fuente, José Troncoso y Hernán Gené / Escenografía y vestuario: Pepe Uría / Mundo sonoro: Javier Almela / Ayudante técnico: Juanmi Alcarria / Diseño de luces: Claudia Sánchez / Movimiento y corografía: Esther Acevedo / Máscaras: Raquel Alonso / Asistentes de dirección: José María Sánchez y Raquel Alonso.

El objetivo del trabajo de esta primera semana ha sido fomentar el encuentro entre los intérpretes y generar un primer acercamiento al texto.

Durante los tres primeros días ha sido importante el trabajo físico desarrollado por Esther y por Rafa Martín, que han promovido el juego y el contacto entre los intérpretes a través del trabajo con el cuerpo. Rafa ha estado con nosotros los tres primeros días planteando ejercicios de acrobacia que exigían la necesaria colaboración corporal entre los actores y la asunción de un cierto riesgo personal. Por su parte Esther, que nos acompañará durante todo el proceso de creación dirigiendo los calentamientos y el movimiento coreográfico, se encargó de plantear trabajos físicos dirigidos a activar la escucha y percepción de los intérpretes en el espacio de trabajo y comenzó a dirigir un trabajo coreográfico enfocado a la puesta en escena. Concluimos la primera jornada con algunos juegos para hacer trabajo de elenco planteados por Hernán Gené.

En el segundo día se presentaron improvisaciones de los intérpretes que tenían las siguientes consignas: ¿Por qué hago teatro? ¿Qué es lo mejor y lo peor de hacer teatro? Emplear tres frases o parlamentos de Shakespeare sobre el teatro y tres frases o parlamentos de Shakespeare que siempre quise decir. Todas las improvisaciones tuvieron un alto grado de implicación personal, fueron arriesgadas, emotivas, y han ayudado a generar una atmósfera que ha estimulado el trabajo al mismo tiempo que nos ayuda a conocer más y mejor a cada intérprete.

En el tercer día, al acabar el tiempo dedicado al trabajo físico, se hizo una lectura completa de la obra con todo el equipo para así establecer el punto de partida del nuevo rumbo que tomaron los ensayos para afrontar el texto y las escenas. Despedimos así a nuestro colaborador Rafa y nos dispusimos a empezar este nuevo camino que definirá la que será nuestra rutina de ensayos. Así pues, en los dos días posteriores comenzamos con el calentamiento y el trabajo de movimiento de Esther para después abordar el trabajo de escenas. Comenzamos con el ACTO I y hemos esbozado las escenas 2, 3, 4 y 5, y con esto hemos agotado esta primera semana, contentos y expectantes con la aventura que tenemos por delante.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 2 (lunes 13 a sábado 18 de mayo)

Semana intensa de trabajo en la que hemos comenzado el dibujo  de la puesta en escena de los actos I, II y III. La dinámica diaria ha consistido en un trabajo previo con Esther en el que tras un calentamiento preparatorio se ha empezado  a construir le escena coreográfica más compleja y también han investigado sobre posiciones de inestabilidad y su traducción a una estilización compositiva para la escena de la tormenta en el barco. Esta parte del trabajo nos ha supuesto una importante inversión de horas dentro de la planificación de esta semana, pero los avances son notables y estamos contentos con los resultados que comenzamos a ver.

Por otro lado también hemos avanzado mucho en la composición de las escenas. Ya hemos hecho un recorrido por los actos I y II, y gran parte del acto III. Es una estrategia acordada por todo el equipo para afrontar en estas dos primeras semanas el dibujo escénico de toda la obra para que los intérpretes puedan comprender e interiorizar el recorrido global de este viaje de Pericles y, una vez conseguido, empezaremos una nueva fase en el que el trabajo de cada escena será más minucioso, nos enfrentaremos a las transiciones y abordaremos la labor de la búsqueda de un lenguaje actoral preciso y acorde a las intenciones de nuestro director.

La semana acabó el sábado 18, en el que tras el trabajo físico diario y el de algunas escenas nuevas, hicimos un primer pase de todo el acto I y II para mostrárselo a Joaquín Hinojosa (el creador de la excelente versión con la que estamos trabajando), a Pepe Uría (nuestro escenógrafo y vestuarista) y a Rafa Martín (nuestro entrenador de acrobacia en los primeros días).

Comenzaremos por tanto una nueva semana en la que esperamos poder completar nuestro  recorrido por la obra para seguir cumpliendo el programa que nos hemos esbozado.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 3 (de lunes 19 a sábado 25 de mayo)

Continuamos navegando en este proceso abordando aquellas partes del texto a las que no nos habíamos acercado. Esta semana recorrimos todo el Acto IV e hicimos un primer acercamiento al acto V, sin dejar de estar atentos a todo el trabajo previo que llevamos realizado.

Hemos seguido con nuestros entrenamientos diarios de la mano de Esther, al mismo tiempo que se ha seguido trabajando sobre la coreografía y la construcción estilizada de la escena de la tormenta del Acto III. No sólo seguimos avanzando en ellas, sino que ya estamos en disposición de poder limpiar y definir con mayor precisión su lenguaje. Algunos días ha supuesto un gran esfuerzo físico para nuestros intérpretes, pero ellos han respondido con entusiasmo y entrega a pesar del cansancio y de los dolores propios de un trabajo exigente.

Como comentaba al principio, esta semana ha estado enfocada fundamentalmente en trazar el dibujo de todo el Acto IV y una primera toma de contacto con el Acto V, acto final en el que se resuelve toda la peripecia de los personajes. Pero también hemos ido revisando un buen número de escenas de los actos anteriores, lo que ha supuesto cruzar una nueva frontera en el trabajo empezando a abordar de un modo más minucioso la búsqueda de un lenguaje escénico personal y las texturas de cada escena (tempo, temperatura y código).

Nuestro ánimo y entusiasmo sigue intacto, aún no hemos tenido que afrontar ninguna tormenta en esta travesía emocionante hacia un destino que empieza a vislumbrarse lejos, en el horizonte.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 4 (de lunes 27 de mayo a sábado 01 de junio)

Semana intensa en la que ya afrontamos la primera parte del ACTO V y comenzamos una revisión de todo el espectáculo desde el comienzo.

Seguimos con el trabajo físico dirigido por Esther, que imparte un calentamiento previo al trabajo con los actores para limpiar la coreografía y terminar de componer la escena de la tormenta. Esta semana además hemos recibido el inmenso regalo de la visita del maestro Mario Barzaghi, del Teatro dell’Albero, que ha colaborado supervisando el trabajo de los actores en esta escena la tormenta dándonos indicaciones que han ayudado enormemente a la evolución de su puesta en escena. Ha sido uno de los momentos de los que guardamos un especial recuerdo en esta semana por el agradecimiento que sentimos por su generosidad al compartir con nosotros su maestría y su inestimable ayuda.

En estos días además hemos comenzado un trabajo más minucioso con las escenas y hemos empezado a trabajar con las transiciones entre ellas. Era una labor que aún teníamos pendiente y que para nosotros es igual que relevante que el trabajo con el texto. En un espectáculo es fundamental la composición de estos espacios y tiempos entre las escenas para poder terminar de definir el ritmo del espectáculo y completar con ellos los elementos que configuran nuestro lenguaje escénico. Asimismo también hemos dedicado parte de nuestro tiempo para llevar a cabo trabajo con el texto, la definición del espacio sonoro que está llevando a cabo Javier Almela junto con nuestro director Hernán Gené, y el trabajo con las canciones que se cantarán en el espectáculo.

Hemos cruzado el ecuador de este periplo, y aunque aún queda algo de tiempo para acercarnos a tierra comenzamos ya a tener una idea más clara de cómo será ese destino por el que seguimos trabajando con alegría y esfuerzo.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 5 (de lunes 03 sábado 08 de junio)

Ahora sí que con estos días de trabajo hemos abordado todas las escenas, sobre todo las del comienzo y final del espectáculo que aún no  habíamos afrontado. Por supuesto que también seguimos con el trabajo físico diario (que forma parte de nuestra dinámica), y con el trabajo de las canciones. Pedro lo más relevante es que ya hemos transitado todas las escenas desde la primera hasta la última, lo que nos ha permitido hacer un pase completo de la obra y tener una visión global del espectáculo.

Este pase general lo hicimos a mitad de la semana, y como no podía ser de otra manera, nos encontramos con muchas dificultades que son inherentes a la obra y a nuestra concepción del espectáculo. Los intérpretes se enfrentan a un exhaustivo trabajo de cambio de personajes, de transformaciones físicas y de movimientos de los elementos escénicos y de los de atrezzo. La complejidad de las sucesiones temporales en la obra y de la gran cantidad de personajes que habitan en ella exige un enorme esfuerzo físico y de concentración a nuestros actores. Hemos comprendido que será necesario a partir de ahora trabajar sobre paquetes de actos de manera que la repetición les ayude a hacerse dueños de sus responsabilidades escénicas y que puedan transitar por la obra sin sentirse preocupados pero sin que desaparezca un necesario estado de alerta.

Después de este pase decidimos volver a trabajar sobre escenas que teníamos un poco abandonadas, y dedicamos una jornada completa a revisar transiciones y marcas, repitiéndolas para que los intérpretes puedan ir incorporándolas.

Nos espera una próxima semana corta pero intensa, de trabajo con las dos partes en las que hemos dividido la obra, para que estas dificultades queden resueltas.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 6 (de lunes 10 a miércoles 12 de junio)

Semana corta de tres días que antecede a una pausa en el trabajo que durará una semana y media. El trabajo planteado para esta mini-semana  es revisar el cuerpo completo de la obra pero dividiéndola en dos paquetes que podemos considerar claramente diferenciados: por un lado los Actos I, II y III, y por otro los Actos IV Y V. Lo hemos hecho así basándonos en la diferencia de dinámica entre ambos cuerpos de la obra, así como por la necesidad de disponer de tiempo durante cada jornada para trabajar más a fondo las escenas y las transiciones. De este modo el lunes abordamos el primer paquete, el martes el segundo, y el miércoles, al no estar disponible el elenco completo para el ensayo, decidimos trabajar las transiciones entre la escenas (que aún necesitaban entrenamiento de los intérpretes y algunas tomas de decisiones por parte del equipo de dirección) así como la supervisión de algunas escenas aisladas.

Dejamos  por tanto nuestra nave anclada en este momento del proceso, con la tranquilidad de haber recorrido el espectáculo de principio a fin y con la expectativa de que el espectáculo madure en los intérpretes durante esto días de descanso. Como no podía ser de otra manera, los equipos de producción, vestuario, escenografía, música y dirección sí trabajarán durante este tiempo para concretar las propuestas y completar el proceso de construcción de todos los elementos para que, cuando volvamos a zarpar con nuestros intérpretes, estos puedan disponer de todos los elementos que necesitan para terminar de encarnar a sus personajes.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 7 (de martes 25 a domingo 30 de junio)

Y por fin, después de días de mucho trabajo en los equipos artísticos y de producción, llegó el día de la reincorporación de los intérpretes. Esta semana supuso un cambio importante en nuestra trayectoria, porque por fin nos trasladamos al auditorio Pilar Bardem, en Rivas Vaciamadrid, para implantar la escenografía y probar el diseño de luces; también los actores y actrices tendrán a su disposición el vestuario y las pelucas, que serán una herramienta importante para su trabajo.

El martes se dividieron los equipos: una parte estuvo trabajando en el teatro para montar la escenografía y la iluminación, y la otra se reunió en nuestra sala para probar vestuarios y caracterizaciones, así como para organizar el complejísimo entramado de colocación de vestuarios y atrezzos para resolver los numerosos cambios de personajes -la mayoría de ellos vertiginosos- que afrontan nuestros intérpretes. Resultó tan complejo que finalmente tuvimos que aparcar la idea de hacer un pase a la italiana al final del día, y dedicamos toda la jornada a definir las transiciones entre escenas y personajes con sus correspondientes cambios de caracterización.

Ya a partir del miércoles nos encontramos todos en el teatro, para enfrentarnos a la ardua tarea de poner en pie el espectáculo con todos los elementos. Nuestro programa fue el siguiente: el miércoles y el viernes lo dedicaríamos a hacer ensayos técnicos que nos permitieran adecuar la propuesta al nuevo espacio e ir haciendo todos los ajustes necesarios, contando después con un tiempo extra sin los intérpretes para modificar y ajustar la iluminación y el sonido. Y el sábado y domingo nuestra intención era hacer un pase completo de la obra y destinar el tiempo restante de la jornada a seguir resolviendo los inconvenientes que iban surgiendo tanto para los intérpretes como en las cuestiones técnicas.

Puede parecer milagroso, pero lo proyectado se fue cumpliendo gracias al inmenso esfuerzo de todos, porque la complejidad del espectáculo hizo aflorar numerosas dificultades que fuimos resolviendo con el trabajo conjunto del equipo. Pusimos así las bases para la semana siguiente, en la que ya estaba incluida en este excitante viaje una primera muestra al público antes de nuestra primera escala en Mérida.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 8 (de lunes 01 a viernes 05 de julio)

Segunda semana de estancia en el teatro, pero última que pasamos en esta travesía antes de llegar al último puerto.

¿Cuál era la planificación de estos días? Pues el lunes, que no contábamos con el elenco completo, decidimos dedicarlo a afinar todas las cuestiones físicas del espectáculo dirigidas por nuestra asesora de movimiento Esther (coreografías, escenas de movimientos grupales, transiciones, etc.) También supervisamos alguna escena suelta y, por supuesto, todas las cuestiones técnicas que estaban aún sin resolver.

De martes a jueves se hicieron pases generales siguiendo siempre esta dinámica: se reservó primero un tiempo para dar las notas de dirección al elenco en relación con el trabajo del día anterior. Fue un trabajo prolijo en el que contamos con la inestimable ayuda de Joaquín Hinojosa, creador de la versión del texto. Después se destinaba un espacio para que cada intérprete pudiese chequear que su vestuario y atrezzo estaban correctamente colocados, que no faltaba nada, y pudieran disponer de un tiempo para preparar individualmente el pase. Cuando todos estaban dispuestos, se hacía el pase general que habitualmente concluía coincidiendo con el fin de la jornada del elenco. Posteriormente se dispuso todos los días de una hora para que el equipo de iluminación y de sonido pudiera corregir aquellas incidencias que detectamos durante el pase. Y con esta dinámica llegamos al viernes, último día de nuestra estancia en el teatro, y en el que se abrieron las puertas de éste para que el público pudiera acceder a un “Ensayo General” del espectáculo. Fue un día de nervios y emociones porque era la primera vez que mostrábamos nuestro trabajo a personas ajenas a nuestro entorno, así que citamos temprano a los intérpretes para hacer un pase a la italiana y que después dispusieran de un tiempo holgado para prepararse para la función. Media hora antes de que ésta comenzara se reunieron para hacer un pequeño trabajo de elenco que reforzara la necesaria condición de equipo que esta representación requiere. Vino mucho público, y afortunadamente todo se desarrolló sin inconvenientes, sentimos el calor y el disfrute del público, y pudimos constatar que el espectáculo estaba preparado para desembarcar en Mérida, primer puerto de lo que esperamos sea una larga trayectoria.

DIARIO DE A BORDO: SEMANA 9 (de domingo 07 a domingo 14 de julio)

Y por fin llegamos a Mérida, ese destino tan largamente esperado y que supone el comienzo de una nueva fase de nuestra travesía.

Emprendimos viaje a este destino el domingo, y llegamos a la ciudad con tiempo de ver el espectáculo que concluía su semana en el Festival y tomar contacto con esa maravilla de espacio escénico que es el teatro romano de Mérida. Después de la función el equipo técnico se quedó en el teatro para empezar el montaje que duraría toda la noche, hasta el amanecer.

El lunes, al anochecer, nos trasladamos el equipo al completo al teatro, para chequear las variaciones que la adaptación del espacio escénico suponía con respecto a la implantación que tuvimos las semanas anteriores; afortunadamente, gracias al trabajo de nuestro equipo, constatamos que no íbamos a encontrar grandes dificultades en lo espacial. El trabajo más arduo correspondió a la iluminación debido a las características técnicas de un espacio tan peculiar declarado Patrimonio de la Humanidad. A pesar de que no todas estas cuestiones estaban resueltas, decidimos hacer ya avanzada la noche un pase de la obra para que los intérpretes hiciesen suyo este nuevo lugar y chequear todo lo que faltaba tanto de luz como de escenografía. Una vez acabado el ensayo nuestros técnicos siguieron trabajando en el teatro para resolver estas cuestiones.

El martes se hizo el ensayo general, con público invitado por la organización. Fue un ensayo en el que los intérpretes hicieron un gran trabajo, pero nos volvimos a encontrar con problemas tanto en la iluminación como en el sonido debido a la complejidad de la microfonía de los actores. Como ocurrió en días anteriores, después de este ensayo una parte del equipo se quedó para solventarlo.

Y llegó el miércoles, día del estreno, y los cuatro días siguientes de funciones. La dinámica fue siempre la misma: al llegar al teatro se destinó tiempo para pruebas de sonido y micrófonos. Posteriormente el elenco disponía de una hora para revisar vestuario, atrezzo, y tomar contacto con el escenario. Posteriormente, debido a la limpieza del escenario y a la temprana apertura del recinto para que el elevado número de espectadores pudiera ocupar sus asientos, los intérpretes tenían más de una hora para su trabajo personal de preparación previo al comienzo del espectáculo. Y se abrió el telón imaginario del teatro, con la emoción a flor de piel por estar representando el espectáculo en un escenario milenario, ante miles de espectadores, y con el privilegio de poder hacer cinco funciones seguidas que permitió que nuestro trabajo se fuera afinando de una manera admirable. Fueron cinco funciones diferentes, pero no sabríamos decir cuál de ellas fue mejor. Afortunadamente el espectáculo tuvo mucho éxito, acompañado por inmejorables críticas en todos los medios.

Y ahora que sabemos que el barco navega a velocidad de crucero, nos esperan nuevos destinos entre los que se encuentran el Festival de Niebla, el Festival Internacional de Artes Escénicas de Uruguay y Palencia. Esperamos que pueda tener una larga vida, porque el objeto de nuestro trabajo es compartirlo con los espectadores.